Miguel Zúñiga Juárez
Análisis del Acontecer
Han pasado 365 días del sismo del 7 de septiembre, un movimiento telúrico devasto 41 municipios en el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, 249 municipios más resultaron afectados, por lo que hubo una declaratoria de 290 ayuntamientos afectados, al día de hoy la “zona cero” se reconstruye; sin embargo existen habitantes defraudados, que no recibieron apoyos y quienes intentan subsistir en medio de la enajenación de sus tradiciones y costumbres.
En los 290 municipios declarados en desastre, que incluyen a los 41 de emergencia que pertenecen a la zona cero, la reconstrucción avanza a paso lento, en medio del burocratismo y la corrupción de autoridades de los tres niveles de gobierno, que aunque han invertido recursos, estos no han sido suficientes para regresar a la cotidianidad.
En materia de vivienda de acuerdo a la Comisión Estatal de Vivienda (CEVI) y Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) resultaron afectadas 63 mil 634 viviendas, de ellas 36 mil 826 presentaron daño parcial mientras que 26 mil 808 fueron destruidas totalmente por el sismo.
De acuerdo con información de la dependencia, para la reparación de estos daños, el Gobierno Federal y Estatal convino la entrega de tarjetas a través de BANSEFI; con este modelo las casas con menor rango de daños recibirían 15 mil pesos, mientras que aquellos que lo perdieron todo serían beneficiados con un monto de 120 mil pesos.
Las tarjetas han sido entregadas en un 99 por ciento, solo faltan poco más de 600 que no han podido ser distribuidas por diferentes casos, como que el dueño de la propiedad no se encuentra en el país, no se cuenta con documentación o simplemente el propietario no ha sido localizado o falleció.
La cifra del 99 por ciento parece alentadora, pues todo pareciera indicar que los 3 mil 768 millones de pesos de los cuales el Estado puso mil, servirían para volver a levantar las viviendas, sin embargo otros factores contribuyeron para que no se realizará de esta manera. Y muchas casas aún permanezcan derruidas, esperando la mano de Dios.
SIN DESTINO LOS RECURSOS, PARA LOS QUE FUERON CREADOS
Sí bien el Gobierno entregó tarjetas con recursos a los habitantes de los municipios afectados, muchos de ellos, decidieron no comprar material de construcción de manera inmediata, utilizando el montó en diversos casos para otras necesidades.
Teresa Hernández, es una mujer de Juchitán Oaxaca, su casa prácticamente se colapsó por el sismo, fue beneficiada en el primer censo y le fue entregada una tarjeta con 120 mil pesos, sin embargo pese a ello, no edifico otra vivienda, pues tomó la decisión de gastar parte del dinero en su alimentación y otras necesidades.
Hoy vive en el área de lo que antes del 7 de septiembre era su cocina. Vieja y sola, no tenía caso construir, dice melancólicamente, pues asegura no tiene a quien dejarle una casa nueva que seguramente ella no podría disfrutar por los múltiples achaques en materia de salud que presenta, prefiere ir gastando en lo que le falte.
Sin una política de verificación de construcción, ni nada que obligue a utilizar los recursos destinados para lo que fueron creados en muchos hogares la construcción de vivienda quedó en segundo término. El caso de Teresa es solo uno de ellos, pues existen quienes prefirieron mudarse de la ciudad, asustados por los constantes movimientos.
En este universo de afectados, también existen quienes iniciaron la construcción pero no han podido terminarla, debido a la falta y encarecimiento del material como tabique, cemento y fierro; así como al tan desquiciado aumento en la mano de obra, y es que, la falta de albañiles en la zona ha provocado que exista una mayor demanda.
Javier Enríquez, explicó que su casa presentó un daño mayor, le dieron un folio y meses después ingreso maquinaría a derrumbar lo que había quedado de su hogar, se llevaron los escombros y fue entonces que empezó su peregrinar, pues lo que le dieron solo alcanzo para tres cuartas partes de lo que necesitaba para una vivienda.