Miguel Zúñiga Juárez
Análisis del Acontecer
La voracidad de líderes como Reyna Martínez y Lorena Merino han provocado que la lucha indígena de los triquis que fueron desplazados de San Juan Copala se distorsione.
Las 125 familias que recibieron medidas cautelares, después de que fueron desalojadas de su comunidad por un grupo de choque, hoy han dejado que su lucha se transforme a complacencia de dos líderes que no tienen interés por resolver un conflicto que les ha dejado ganancias suficientes.
De acuerdo a Héctor Anuar Mafud Mafud, secretario general de gobierno, estos indígenas tienen rentado un edificio que sirve como albergue, además se les dota de insumos y actualmente tienen autorizadas 78 despensas que se han negado a recoger.
En total el gobierno del Estado eroga aproximadamente 5 millones de pesos anualmente para que los indígenas triquis tengan un lugar digno para vivir, además de alimentos y un lugar para comercializar sus productos, pues mantienen rentado un espacio en la calle de Morelos, aun cuando no lo utilicen.
Aun con esos privilegios, Lorena Merino y Reyna Martínez se han negado a dejar el zócalo capitalino y se han victimizado aun a costa de que sus compañeros han exigido un lugar estable para poder establecerse.
Los niños triquis son los que más sufren pues sus padres han provocado que no tengan accesos a educación, tengan que trabajar para poder alimentarse y arriesguen su integridad física al tener que estar en lugares poco aptos para ellos.
La SEGEGO dio a conocer que la ayuda a los triquis siempre ha fluido, y han tenido la oportunidad de adquirir terrenos con facilidades, sin embargo siempre quieren y exigen más recursos bajo el lema de la lucha social, indicó la dependencia.